Profectus Business Consulting Group, tuvo la
oportunidad de reunirse en entrevista exclusiva para nuestro blog, con la embajadora
de Nueva Zelanda en México, Clare Kelly, con motivo de la firma del Acuerdo de
Asociación Transpacífico o TPP (Trans- Pacific Partnership) que se llevó a cabo
el pasado 4 de febrero de este año en la ciudad de Auckland, Nueva Zelanda.
La firma de dicho Acuerdo es la culminación de
un largo proceso de negociación que llegó a su fin el pasado octubre en Atlanta,
Estados Unidos, siendo miembros signatarios 12 países de la costa del Pacífico:
Estados Unidos, Canadá, México, Perú, Chile, Australia, Brunei, Japón, Malasia,
Nueva Zelanda, Singapur y Vietnam.
El TPP cubre un mercado de 800 millones de
personas y representará el 40% del Producto Interno Bruto mundial. Las
ganancias netas están estimadas en 295 billones de dólares al año.
De manera particular, el TPP marca para México y
Nueva Zelanda una nueva relación comercial entre ambos países, tanto a nivel bilateral
como a nivel global, así como el acceso preferencial a las economías más importantes
del planeta.
A continuación, presentamos la primera parte de
la entrevista exclusiva realizada por Profectus a su excelencia la embajadora de
Nueva Zelanda en México, Clare Kelly.
PROFECTUS: La liberalización del comercio entre
los miembros del TPP otorga a Nueva Zelanda un mayor acceso a los mercados
internacionales. ¿En su opinión, en qué medida?
CK: Por primera vez, tenemos un acuerdo
de libre comercio con algunos de nuestros mayores mercados de exportación,
Estados Unidos y Japón. Tradicionalmente, estos mercados han tenido muy altas tarifas
arancelarias a la importación de productos agrícolas, el hecho de haber logrado
negociar la reducción y/o eliminación de aranceles a nuestros productos clave
de exportación a estos mercados es sumamente significativo para Nueva Zelanda.
Tenemos una fuerte orientación al libre
comercio, al igual que México, porque tenemos un mercado interno pequeño. Nos
basamos en nuestros mercados de exportación para generar crecimiento, siendo
una parte muy importante de nuestra economía. Tenemos acuerdos de libre
comercio con los mercados asiáticos clave. Somos el primer país desarrollado en
el mundo en negociar un tratado de libre comercio (TLC) con China, mismo que entró
en vigor en 2008, desde entonces nuestro comercio con este país se ha
cuadruplicado.
Antes del TTP, el 60% de nuestros mercados de
exportación fueron cubiertos por acuerdos de libre comercio. Con el TPP
firmado, la proporción de las exportaciones que están cubiertas por la
reducción o eliminación de aranceles aumentarán aún más. También hemos iniciado
recientemente negociaciones con la Unión Europea, un objetivo que hemos estado
trabajando durante muchos años.
El TPP es parte de una estrategia a largo plazo
para hacer nuestras exportaciones tan competitivas como les sea posible en el
mercado mundial.
PROFECTUS: Para Nueva Zelanda este TLC es el
primero entre Estados Unidos, Canadá, México, Japón y Perú. Es una manera
estratégica de acceder a los mercados de Estados Unidos y Japón. ¿Podría darse una
desventaja competitiva, por ejemplo, al hablar de subsidios domésticos a los
agricultores americanos, japoneses o incluso canadienses en contraste con los
agricultores de Nueva Zelanda?
CK: El modelo neozelandés de
agricultura es extremadamente competitivo. Nueva Zelanda eliminó los subsidios
a la exportación y la ayuda doméstica para el sector agrícola en la década de
1980, de forma continua y deliberada, con el fin de que el sector fuera lo más
competitivo posible.
Exportadores de lácteos y cárnicos han estado
compitiendo durante 40 años en un mercado muy difícil; prácticamente todos los
países del mundo tiene barreras al comercio en productos agrícolas. Nueva
Zelanda tiene una historia muy larga de exportación de productos agrícolas, 130
años, desde que los buques frigoríficos fueron inventados en la década de 1870.
Hemos competido por mucho tiempo en un mercado con extensas barreras arancelarias
a los productos agrícolas, por lo que nuestra industria ha llegado a ser muy
buena en la producción de productos de muy alta calidad al menor costo posible,
adaptada a las demandas del cliente.
Además, somos afortunados debido a la geografía
y la naturaleza, Nueva Zelanda es un lugar donde llueve mucho, por lo tanto
somos capaces de transformar el pastizal en proteína animal de una manera muy
económica y eficiente. Ya somos competitivos en esos mercados, en relación a la
producción nacional y local, el TPP solamente nos hará más competitivos.
PROFECTUS: Los Estados Unidos decidieron anexarse
al TLC regional en 2008, llamado en un primer momento Acuerdo Estratégico
Trans-Pacífico de Asociación Económica, que comprendía a Nueva Zelanda, Chile y
Singapur. Más adelante, se le conoce como el P4, con la adición de Brunei. Ahora
bien, el congreso estadounidense tendrá que ratificar el TPP y al parecer esto no
sucederá antes que las elecciones presidenciales hayan tenido lugar. Muchas
cosas pueden suceder en este tiempo. ¿Su gobierno tiene un plan "B"
si el TPP no entra en vigor, debido a una negativa de los órganos legislativos americanos
o japoneses para ratificar el acuerdo?
CK: Bueno, nuestro gobierno cree que va
a ser ratificado. Sería extraordinario que los Estados Unidos y Japón dedicaran
el gran esfuerzo y recursos que han invertido en este acuerdo si sus gobiernos no
pensaran que llegara a pasar el proceso de ratificación interna.
En términos de un Plan "B", o quizá mejor llamarlo Plan
"A", este será siempre la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Nueva Zelanda es un participante muy activo en la OMC. Fuimos fuertes proponentes
de la Ronda de Doha para el Desarrollo. Para Nueva Zelanda el camino ideal para
lograr el tipo de acceso al mercado que queremos, que creemos que el comercio
mundial necesita, es a través de la OMC, porque es un acuerdo de 155 países, los
cuales deciden acatar el sistema multilateral de comercio. Por lo tanto, este
siempre es un plan para Nueva Zelanda. Sin embargo, durante los últimos 10
años, ha sido extremadamente difícil trabajar a través de la OMC o avanzar a
través de la agenda de la OMC, aunque el año pasado hubo algunos avances muy
importantes. La tendencia ha sido negociar acuerdos plurilaterales regionales,
porque se tiene un pequeño grupo de países que tienen un gran interés político
en concluir los acuerdos.
Creemos que el TPP entrará en vigor dentro del tiempo
estimado. Estos son el Plan "A" y "B", sin embargo, seguiremos negociando a través de la OMC y seguiremos
negociando otros acuerdos comerciales.
PROFECTUS: Se ha dicho que China está a la espera
del resultado del TPP y que está preparando su propio TLC para la región si el
TPP no es ratificado por al menos seis firmantes, que representen el 85 por
ciento del total del PIB de los 12 países signatarios originales.
En cualquier caso, Nueva Zelanda ya tiene un
TLC con China, que es uno de sus socios comerciales más importantes. Algunos
dicen, que las normas internacionales para el comercio internacional de Asia y
el Pacífico están siendo dictadas por dos partes, los Estados Unidos y China. Algunos
opinan que Nueva Zelanda, tiene que elegir entre estos dos bloques o quedar
fuera. ¿Cuál es su opinión al respecto?
CK: Tanto China como Estados Unidos son
miembros de la OMC. Las reglas para el comercio internacional están determinadas
por la OMC. Dichas normas han estado en vigor durante mucho tiempo, tanto China
como los Estados Unidos deben respetar dichas disposiciones. Los acuerdos de
libre comercio suelen añadir nuevas disciplinas en el comercio, más allá de los
acuerdos de la OMC, de otra forma no habría razón de ellos; se puede ahondar más
y tener mayor velocidad en esas negociaciones más pequeñas de lo que se puede negociar
a través de la OMC. Ya existe un marco regulatorio, no estoy segura de dónde proceden
dichos comentarios o lo que realmente se quiera decir con ellos.
Nueva Zelanda no tiene que elegir entre los
Estados Unidos y China. Tenemos nuestro TLC con China desde 2008, también con
Hong Kong y Macao y ahora con los Estados Unidos. Hemos sido socios de la OMC
con ambos países desde hace mucho tiempo, por lo que no se plantea la cuestión
de elegir entre uno u otro.
PROFECTUS: Noventa y tres por ciento de los
aranceles sobre las exportaciones a Estados Unidos, Canadá, Japón, México y
Perú serán eliminados de acuerdo con el Ministerio de Asuntos Exteriores y
Comercio de Nueva Zelanda. La reducción de los aranceles y de las barreras no
arancelarias elevará la competitividad de las exportaciones neozelandesas según
el Ministerio, sin embargo el profesor Tim Hazledine, de la Escuelas de Negocios
de la Universidad de Auckland, en una
entrevista con el New Zealand Herald, comentó "que los modelos utilizados
para tratar de cuantificar estos efectos", en referencia a la
competitividad "dependen de suposiciones vagas acerca de cómo funcionan
los mercados en el mundo real y sus resultados son muy sensibles a errores en dichas
suposiciones" continua diciendo que sospecha que los efectos serán asimétricos:
"las empresas extranjeras de gran escala, con conexiones cercanas a sus
consumidores, tendrán mayor facilidad en aprovechar los recursos de Nueva
Zelanda que las pequeñas empresas neozelandesas al desarrollar relaciones con consumidores
en el extranjero."
¿Tiene alguna opinión sobre los comentarios del
profesor Hazledine?
CK: Las predicciones de cómo el comercio
se verá afectado por los TLC no son una ciencia exacta. Uno tiene que observar los
patrones en el comercio y hacer suposiciones sobre ellos y cómo el comercio
continuará una vez que algunas barreras evidentes sean eliminadas, tales como
los aranceles. Ninguno de nosotros puede predecir el futuro con total
exactitud.
Cuando el gobierno se plantea estos supuestos, observa
el resultado en acuerdos previos de libre comercio y de nuevo, me referiré al
TLC con China. Con el acuerdo de China, se pensó que el acuerdo sumaría 100
millones de dólares neozelandeses al crecimiento del PIB una vez que hubiera entrado
en vigor. No tengo las cifras exactas, pero entiendo que el impacto ha sido
cuatro veces más de lo esperado. China es hoy en día nuestro mayor mercado de
exportación y el TLC ha tenido un enorme impacto en nuestra capacidad para
exportar nuestros productos.
No estoy segura acerca de los comentarios del profesor
Hazeldine sobre la explotación de los recursos neozelandeses por empresas
extranjeras. Nueva Zelanda tiene, al igual que la mayoría de los países en el
mundo, un marco de derecho alrededor de la inversión que no ha sido comprometido
por este acuerdo de manera alguna. Tenemos restricciones, por ejemplo, en la
compra de determinados tamaños de tierra, ciertos tipos de terreno, como el costero.
Por supuesto, es cierto que las grandes corporaciones tienen más recursos que las
pequeñas, lo sabemos, pero Nueva Zelanda está abierta al comercio exterior e
inversión, el TPP no crea una mayor diferencia en el status quo. Las empresas
que desean invertir en Nueva Zelanda siempre han sido capaces de ello.
Al negociar acuerdos comerciales el gobierno busca
aumentar el crecimiento económico. Para Nueva Zelanda, el comercio es una forma
importante de hacer crecer nuestra economía - 30% de nuestro PIB proviene del
comercio.
PROFECTUS: Las estadísticas publicadas por el
gobierno han demostrado un ahorro en las exportaciones hasta de 259 millones al
año, una vez que el TPP sea implementado, mientras que solo habrá un ingreso en
aranceles a las importaciones de 20 millones al año.
¿No es una cifra muy baja en
comparación con las exportaciones?
CK: La razón por la cual nos beneficiaremos
del TPP más que otros países por la remoción de aranceles, es porque Nueva
Zelanda ha eliminado unilateralmente la mayor parte de sus propias tarifas.
Este fue un proceso que inició en la década de los 80´s con el fin de hacer que
nuestra economía fuera más competitiva y mayormente enfocada en el mundo.
Esencialmente, Nueva Zelanda sólo conserva los aranceles en algunos sectores
que son discutiblemente sensibles a las importaciones. Cada vez más Nueva
Zelanda es parte de una cadena de suministro global y nuestras importaciones
son a menudo productos que contribuyen a nuestras exportaciones, por lo que
tiene muy poco sentido para el contribuyente neozelandés gravarse a sí mismos
para producir productos de exportación.
Sólo 30% o 40% de los productos
importados están sujetos a una tarifa y la tarifa es de 5% o 10%. Nueva Zelanda
no ha confiado en la protección arancelaria para cerrar su mercado al mundo durante
muchos años, sino todo lo contrario, deliberadamente hemos abierto nuestro
mercado a la competencia internacional, ya que para un país pequeño como Nueva
Zelanda, para un mercado interno diminuto, esta es una política sensata a
seguir.
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