PROFECTUS: ¿Al finalizar las negociaciones Se
cumplieron las expectativas de la industria de lácteos?
CK: Si miras los comentarios del sector
lácteo de Nueva Zelanda, no, no se cumplieron todas las expectativas. Al sector
lácteo neozelandés le gustaría ser capaz de competir en igualdad de condiciones
en los mercados clave, con los productores nacionales de dichos mercados. Todo
comercio en agricultura es complicado, porque hay sectores sobre los que los
países sienten gran protección. Nuestra industria láctea es consciente de que el
proceso de eliminación de barreras al comercio de productos lácteos es un
proceso largo. Lo que se ha logrado a través del TPP, en el mercado de los Estados
Unidos, en particular, es muy importante para nosotros. Habrá un mayor acceso,
libre de aranceles para la industria láctea neozelandesa, del que había antes
del TPP, esto es una ganancia neta, pero nuestra industria láctea es ambiciosa
y lo que le gustaría ver es ninguna protección al comercio en productos lácteos
en cualquier parte del mundo. Es una meta que tomará algún tiempo de lograr.
PROFECTUS: Nueva Zelanda es un país
desconocido para los mexicanos. ¿Cree que el TPP ayudará a promover Nueva
Zelanda entre los mexicanos, no solo sus bienes y servicios, sino también su
patrimonio y cultura?
CK: Eso espero. Creo que el gobierno neozelandés
tiene trabajo por hacer una vez que el acuerdo se implemente. Tenemos que
asegurarnos que nuestros propios empresarios sepan acerca de las oportunidades
en México, que son enormes, pero también que el sector empresarial mexicano entienda
las oportunidades que existen en Nueva Zelanda. Por el momento, hay un gran
desequilibrio en la forma en que nuestros países se conocen entre sí. Por
ejemplo 10.000 turistas neozelandeses visitan México al año, mientras que solo
400 mexicanos visitan Nueva Zelanda al año. El gobierno está a la cabeza, ha
negociado un TLC con México a través del TPP y ahora depende de las empresas
neozelandesas descubrir cuáles son las oportunidades en este país. Si existiera
una mayor presencia comercial neozelandesa aquí, el país en general se conocería
mejor en México.
Aunque tengo que decir, siempre me ha impresionado
cuánto saben los mexicanos sobre Nueva Zelanda. Este es un país muy grande e
importante y nosotros somos un país pequeño y lejano, pero una mayoría de
mexicanos han oído hablar de Nueva Zelanda. Saben un poco sobre su aspecto ya
que han visto "El Señor de los Anillos", saben que fue filmado en
Nueva Zelanda, saben que Nueva Zelanda es un productor de productos agrícolas,
saben que Nueva Zelanda tiene un hermoso entorno natural y que es un fuerte
promotor de normas ambientales. Los mexicanos ya saben algunas cosas
importantes acerca de Nueva Zelanda, definitivamente el TPP continuará con ese
proceso.
PROFECTUS: ¿A dónde deben mirar los
inversionistas neozelandeses o mexicanos a la hora de invertir? ¿Qué bienes o
servicios están en demanda por parte de México o Nueva Zelanda?
CK: En mi opinión personal, las
empresas neozelandesas y mexicanas pueden trabajar en conjunto en el área de AGRITECH
(Tecnología Agrícola). México tiene una capacidad agrícola extraordinaria, se
está convirtiendo en una potencia mundial en agricultura. Nueva Zelanda es
también una potencia mundial en la agricultura y creo que hay una enorme
capacidad de nuestros dos sectores de trabajar juntos, particularmente en la
producción de lácteos y carne basados en pastoreo en lugar de granos. El sector
lácteo en el sur de México, donde se encuentra la producción de leche a base de
pastoreo, donde hay una gran cantidad de lluvia, es un área donde las empresas
neozelandesas deben invertir, no sólo en la producción, pero en el proceso, consulta, asesoramiento y tecnología para la
industria.
En este momento la inversión de Nueva Zelanda
en México está en el sector de la manufactura, aprovechando la fuerte posición
de México en el mercado estadounidense y también gracias a una fuerza de trabajo
bien educada. De México egresan 150.000 ingenieros calificados al año y al
parecer son muy buenos ingenieros. Las compañías neozelandesas han invertido en
el sector manufacturero para tomar ventaja de la proximidad al mercado estadounidense,
del entorno de bajo costo de producción y de la capacidad de personal altamente
capacitado en ingeniería. Hay más empresas neozelandesas interesadas en
México como base para su producción mundial, una gran cantidad de la
manufactura a nivel mundial se ha trasladado desde China a México, debido a la
proximidad al mercado de los Estados Unidos, debido al TLC, debido al TPP,
debido a la fuerte relación comercial, pero también debido al costo. Las compañías
neozelandesas están empezando a darse cuenta de ello y están cada vez más
interesadas en reubicarse en México.
Se ha dado también la inversión neozelandesa en
la industria financiera. Las compañías neozelandesas son bastante innovadoras.
Las empresas en TIC (Tecnologías de la Información y de la Comunicación) también
están empezando a darse cuenta de que pueden vender los productos que diseñan
para el mercado estadounidense en México. México también tiene una cultura muy
emprendedora. Una gran cantidad de las compañías neozelandesas que están
operando aquí hablan del híbrido Nueva Zelanda - México, en el que empresas
neozelandesas y mexicanas en conjunto, desarrollan un tipo particular de cultura
de trabajo empresarial híbrida que no solo ha sido muy exitosa para la venta de
bienes y servicios neozelandeses en México, sino también en otros países.
En cuanto a dónde deben invertir los
inversionistas mexicanos en Nueva Zelanda, creo que la industria de alimentos y
bebidas sería una inversión muy interesante para las empresas mexicanas, sobre
todo en la investigación y la producción de lácteos.
En todas las ciencias agrícolas tenemos
investigación y desarrollo muy avanzados. Algunas de las grandes empresas de
productos lácteos en México podrían estar interesadas en la producción en
Nueva Zelanda y también en el acceso a los acuerdos comerciales preferenciales
que tenemos en Asia. Básicamente todos nuestros mercados asiáticos están
cubiertos por acuerdos de libre comercio. China es un buen ejemplo, pero
también los otros países asiáticos. Tenemos 40-50 años de experiencia
concentrándonos en los mercados asiáticos y una gran cantidad de industrias
mexicanas están buscando desarrollar esos mercados por sí mismos y las
asociaciones con compañías neozelandesas podrían funcionar muy bien.
La industria del turismo en Nueva Zelanda es
otra área en la que México tiene experiencia extremadamente importante.
Proporcionalmente, el turismo está creciendo todo el tiempo, solo tenemos 4,5
millones de personas, estamos empezando a recibir 3 millones de visitantes al
año, así que es una industria exitosa para nosotros. México tiene un sector
turístico muy importante. Nueva Zelanda podría beneficiarse enormemente de la
inversión mexicana y de su participación en nuestro sector turístico.
La educación es otra área en la que podríamos
hacer mucho más. Algo que es un fenómeno interesante es que estudiantes
mexicanos van a Nueva Zelanda en su último año de preparatoria. Atraemos estudiantes
de todo el mundo a nuestro sector educativo, pero es interesante para mí, ya
que desde que he estado aquí, el número de jóvenes mexicanos que van a Nueva
Zelanda para estudiar está aumentando. No tiene por qué ser un tráfico
unidireccional. Más neozelandeses estudiarían en México si supieran más acerca
de las fortalezas de las Universidades de México y la experiencia mexicana en
la enseñanza del español, algo que México podría promover en Nueva Zelanda.
Por el momento, no hay una promoción activa en
Nueva Zelanda de México como destino turístico o de negocios. Pero esto está
cambiando - el último año Pro México abrió una oficina en Melbourne, Australia,
con personal capacitado y parte de su mandato es a su vez trabajar en el
mercado de Nueva Zelanda. Al trabajar Pro México en Nueva Zelanda, veremos mayor
interés por parte de Nueva Zelanda en México. La gente me pregunta mucho lo
siguiente: ¿Se desaniman los neozelandeses de venir a México debido a su
reputación como un lugar peligroso? Contesto que "no", no se
desaniman. Tenemos 10.000 personas que vienen al año como turistas, ellos no se
dejan intimidar por la reputación de México. Mi opinión personal, es que es una reputación injusta, sí México
tiene sus problemas, pero menos que una gran cantidad de países de la región.
México es un lugar muy exótico para los neozelandeses, pero aun así no se dan
cuenta hasta que llegan aquí, de lo maravilloso y hermoso que es el país y de
su gran riqueza cultural.
Lo que los neozelandeses importan de México es cerveza
y mezcal, esas son las mayores importaciones a Nueva Zelanda y a Australia
también, pero las exportaciones de automóviles, autopartes y otros productos
manufacturados están en crecimiento. No hay barreras para la entrada de
productos a Nueva Zelanda. El punto central de la negociación de acuerdos es
aumentar el comercio y cuando un mercado se vuelve familiar y de fácil
operación, se vuelve más interesante para operar en él, imagino que esto será
solo un proceso en la ampliación de la gama de lo que importamos de México.
PROFECTUS: Con este acuerdo se espera una
integración económica regional más amplia a través de la liberalización. Sin
embargo, ciertos grupos en Nueva Zelanda sienten que sus derechos están
amenazados y dejados del lado por los de los grandes jugadores. La semana
pasada, manifestantes en contra del TPP tomaron las calles de Auckland. Se
plantearon ciertas cuestiones como la soberanía neozelandesa comprometida por
el TPP, restricciones a los medicamentos genéricos y subvencionados, límites a
las leyes sobre la adquisición de tierras, reparación de daños futuros a
inversionistas y empresas extranjeras por parte de los países que violen las
disposiciones contenidas en el TPP a través del Mecanismo de Solución de Controversias a Inversionistas por
parte del Estado o ISDS (Investor State Dispute Settlement Mechanism). ¿Es esta
una consecuencia del miedo o de la desinformación, cuando vemos cifras tan
positivas?
CK: Estas cuestiones siempre se
plantean en las discusiones sobre acuerdos internacionales, en particular en
relación con el comercio. El debate es sano, creo que es bueno que las personas
estén conscientes de este acuerdo y que piensen en él y sobre las implicaciones
del mismo.
Hay grupos en Nueva Zelanda (y en el mundo),
que por razones ideológicas o ambientales no están necesariamente de acuerdo
con un modelo económico orientado hacia el crecimiento económico, creo que es
insostenible. Algunas personas les gustaría restringir el crecimiento económico
debido al impacto que tiene sobre el medio ambiente, este es un sentimiento que
quizá no sea fácil de articular, pero hay un preocupación genuina, sobre todo
porque en Nueva Zelanda tenemos un fuerte vínculo cultural con nuestro entorno
natural.
Cada país tiene situaciones específicas propias
que debe tener en cuenta en la negociación de los tratados internacionales. Un
ejemplo nuestro, son los maoríes que son socios del gobierno. El Tratado de
Waitangi, que es el documento fundador de nuestro país, garantiza a los maoríes
el derecho sobre sus tierras y otros recursos. Algunas personas se preocupan que
el TPP ponga en peligro la capacidad del gobierno para discriminar en favor de
los maoríes, en asegurar la conservación de sus derechos en virtud del Tratado.
El TPP no compromete lo anterior, porque se ha conservado en cada acuerdo
comercial que Nueva Zelanda ha negociado, la capacidad del gobierno para tomar
medidas que garanticen los derechos de los maoríes en virtud del Tratado de
Waitangi.
Existen preocupaciones similares sobre la
modificación a la legislación nacional por parte del Gobierno de tal manera que
sea perjudicial para los intereses de los neozelandeses. Por ejemplo, mediante
la eliminación de leyes y límites a la inversión, esto es algo que el gobierno
desea evitar, no quiere negociar un acuerdo que sea perjudicial para los neozelandeses.
El financiamiento a los medicamentos es de las
preocupaciones más grandes que muchas personas tienen con respecto al TPP. Los
contribuyentes neozelandeses pagan por el sistema público de salud y a no ser
que necesiten un seguro de salud privado, en Nueva Zelanda se puede confiar
exclusivamente en el sistema de salud pública. En este tema todos coincidimos, el
acceso a la atención médica de calidad debe ser gratuito y accesible para todos
los ciudadanos.
El gobierno es quien financia el suministro de
productos farmacéuticos para el sistema de salud y la agencia gubernamental
encargada de ello, PHARMAC, tiene que tomar algunas decisiones muy complejas
sobre cómo se financia la medicina y qué fármacos serán subvencionados por el
gobierno. Es un sistema respetado en todo el mundo, que busca ofrecer el mayor
beneficio para el mayor número de personas a través de decisiones en el
financiamiento.
Algunos neozelandeses están preocupados de que
el sistema de PHARMAC pueda verse comprometido por la negociación del TPP,
temen que las compañías farmacéuticas tengan más poder para ejercer presión sobre
PHARMAC en la compra de medicamentos y que el equilibrio que tenemos
actualmente se vea alterado. Pero no es el caso. El gobierno no quiere que el
equilibrio sea alterado, el gobierno considera que el equilibrio que se ha
alcanzado en las negociaciones es justo, es bueno y no pone en peligro el
sistema de PHARMAC, no introduce mayores costos a los consumidores.
El gobierno, como siempre lo hace en cualquier
negociación, ya sea en el comercio, cambio climático, derecho del mar, la
preservación del medio ambiente, está de acuerdo con algunas de las
obligaciones y en este proceso cede una parte de su soberanía, pero buscando un
equilibrio con los beneficios. El gobierno ha negociado un acuerdo que preserva
el equilibrio, logrando un mayor acceso al mercado y nuevas protecciones en
algunos mercados muy importantes, preservando al mismo tiempo la legislación y
otras protecciones que los neozelandeses estiman más importantes.
PROFECTUS: ¿Qué significaría para Nueva
Zelanda no formar parte de un acuerdo de este tipo?
CK: Es una pregunta muy importante y
que el gobierno consideró durante la negociación: ¿cuál es el costo de
oportunidad de no estar en el TPP?
Estar fuera del TPP significaría no tener este
acuerdo comercial con algunos mercados importantes y estaríamos en desventaja
en aquellos mercados en relación con otros países. Si estaríamos fuera del TPP
no habríamos ganado nuevos y mejores accesos al mercado. Tampoco seríamos parte
de este proceso dinámico de integración económica en la región de Asia y el
Pacífico. El gobierno decidió que el balance en los beneficios que logró en la
negociación fue a favor de Nueva Zelanda.
PROFECTUS: Usted como embajadora de Nueva
Zelanda, acreditada a México, está en uno de los momentos más interesantes.
¿Cómo se siente al respecto y sobre el futuro de su país?
CK: El TPP es sin duda un acuerdo
comercial muy importante para Nueva Zelanda y para nuestra relación con México.
Es un momento muy interesante. México y Nueva Zelanda tienen una relación muy
fuerte y activa y yo la veo creciendo cada vez más.
El futuro de Nueva Zelanda es fuerte, salimos de
la crisis financiera global muy bien, porque tenemos una fuerte regulación
bancaria, nunca tuvimos la crisis en el sector de la vivienda que tuvieron otros
países, así que Nueva Zelanda nunca se vio expuesta de la misma manera que otros
países. Tenemos una economía diversificada, necesitamos tener mercados diversificados
y en este momento Nueva Zelanda tiene una concentración en los mercados
asiáticos y siempre estamos buscando desarrollar nuevos mercados. Al
desarrollar el TPP, buscábamos establecer una relación de libre comercio con
las Américas, por lo que iniciamos el proceso.
Nueva Zelanda tiene algunas ventajas naturales
reales. Somos capaces de producir alimentos y los países que tienen esta
capacidad tendremos una posición fuerte en el mundo. Podemos alimentar 50 veces
nuestra propia población. Tenemos abundante agua y eso será más importante. Sin
embargo, nos encontramos ante el mismo desafío que todos los demás ante el cambio
climático. Nuestro país son tres pequeñas islas en medio de un mar enorme, por
lo que nos vemos más afectados por el cambio climático que muchos otros países.
No estamos sufriendo tanto como algunos de nuestros vecinos en el Pacífico que,
literalmente, se encuentran en peligro de ser inundados, pero nos enfrentamos a
muchos desafíos y todavía estamos midiendo y evaluando el impacto que tendrá en
nuestra capacidad para seguir haciendo lo que tradicionalmente hemos hecho
bien. Este es un tema que ocupa una gran cantidad de tiempo, atención y
recursos del gobierno. Tenemos que estar muy atentos a los cambios en nuestro
entorno.
Hay beneficios y ventajas de estar en el borde
del mundo. Estamos muy lejos de una gran cantidad de puntos conflictivos del
planeta, pero también significa que tenemos que trabajar muy duro para ser
considerados en el mundo y ser parte del mismo. Mientras que, por ejemplo, los países
europeos constituyen un enorme continente, tienen un enorme mercado al que
puedan acceder fácilmente, se han juntado para formar una unión que les permite
compartir sus recursos. Hay una gran cantidad de beneficios al ser parte de un
grupo tan grande como este.
Cuando miramos a otros países cómo funcionan y
lo que hacen bien, tendemos a ver, por ejemplo, a Dinamarca, Irlanda y Singapur. Son pequeños
países exitosos de un tamaño similar a nosotros. Irlanda acaba de darle la
vuelta a una situación financiera muy difícil recuperándose de la crisis
financiera global mediante la adopción de medidas duras. Dinamarca es un país
económicamente exitoso, preserva su entorno, tiene una población de alto nivel
educativo, con un sistema muy amplio de asistencia social. Singapur ha hecho de
si, uno de los países más exitosos del mundo, creando una de las sociedades más
avanzadas tecnológicamente en el planeta, con un pequeño territorio, con el
mar, con mucho trabajo duro y políticas inteligentes. Cuando nos fijamos en
estos países, pensamos si hay en su ejemplo algo que podamos emular.
Nueva Zelanda, en ocasiones se siente pequeño y
distante, pero existen beneficios en el aislamiento y algunos de los problemas que
tienen países más grandes no necesariamente se atraviesan en nuestro camino.
Tenemos una política exterior, económica y comercial, bastante independiente.
Hemos tomado la decisión de acoger al resto del mundo y ser parte del mismo
tanto como nos sea posible, mientras dirigimos nuestro propio curso.
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